Por Hugo Kofman
Ménem fue muy hábil para implementar las privatizaciones infames que terminaron de poner a la Argentina de rodillas ante el gran capital extranjero. Se dedicó minuciosamente a ampliar su marco de alianzas, para lo cual acordó con enemigos históricos del peronismo, como los Alsogaray o los Born, y arregló con los militares genocidas a través de la amnistía. Luego compartió parte del botín del desguace del Estado con la burocracia sindical corrupta. Por ejemplo la entrega del Ferrocarril Belgrano Cargas a la Unión Ferroviaria de José Pedraza.
Cuando analizamos la forma de actuar del Intendente Barletta, es imposible no hacer comparaciones. Comenzando con su modo de acumular poder haciendo negocios privados con los bienes públicos, como en el caso de la Estación Belgrano y los valiosísimos terrenos ferroviarios que ahora quiere vender a las inmobiliarias y amigos del Poder.
Para eso firmó un acta acuerdo con la ADIF (Administración Nacional de Infraestructura Ferroviaria), presidida por sus supuestos adversarios políticos, tal como José Villafañe, dirigente histórico de la Fraternidad: Otro de los sindicatos entregadores de la ferrocarriles y de los trabajadores ferroviarios. No es casual que el jefe de la custodia de la ADIF sea Marcelo Medina, un ex represor de Tucumán, denunciado como torturador. Y ni hablar de los negocios políticos de Barletta con el Cachi Martínez.
Respecto a los terrenos ferroviarios, falta aun dar parte del botín a algunos sectores gremiales que privilegian sus intereses corporativos al interés general de la clase trabajadora y de todo el pueblo. Lamentablemente ya circulan versiones al respecto.
Cuando analizamos la forma de actuar del Intendente Barletta, es imposible no hacer comparaciones. Comenzando con su modo de acumular poder haciendo negocios privados con los bienes públicos, como en el caso de la Estación Belgrano y los valiosísimos terrenos ferroviarios que ahora quiere vender a las inmobiliarias y amigos del Poder.
Para eso firmó un acta acuerdo con la ADIF (Administración Nacional de Infraestructura Ferroviaria), presidida por sus supuestos adversarios políticos, tal como José Villafañe, dirigente histórico de la Fraternidad: Otro de los sindicatos entregadores de la ferrocarriles y de los trabajadores ferroviarios. No es casual que el jefe de la custodia de la ADIF sea Marcelo Medina, un ex represor de Tucumán, denunciado como torturador. Y ni hablar de los negocios políticos de Barletta con el Cachi Martínez.
Respecto a los terrenos ferroviarios, falta aun dar parte del botín a algunos sectores gremiales que privilegian sus intereses corporativos al interés general de la clase trabajadora y de todo el pueblo. Lamentablemente ya circulan versiones al respecto.
Hoy es urgente lograr una fuerte confluencia de fuerzas sociales, sindicales y políticas que tengan la determinación de salir a enfrentar la profundización de la entrega neoliberal en la ciudad. Sólo eso permitiría cambiar la correlación de fuerzas en Santa Fe y derrotar definitivamente las políticas nefastas que aun arrastramos de la segunda década infame.
Para eso trabajamos en el marco de un espacio multisectorial amplio y abierto a todos los que decidan sumarse.
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